¿Podría el biocombustible de cáñamo mejorar las condiciones climáticas en Australia? (TRADUCCIÓN)
Traducido por CGDE de Pondering Pot, enlace original:
El cáñamo es una planta fascinante con un amplio espectro de usos, desde papel para fabricar, pasando por materiales de construcción, hasta cuidado de la piel e, incluso, biocombustible. ¿Podrá ser que veamos a Australia avanzar hacia el futuro con biocombustible de cáñamo?
El biocombustible de cáñamo fue usado por primera vez en el Model T de Henry Ford, pero cayó en desuso dada la adopción masiva de combustibles fósiles. Hoy en día, las miras hacia fuentes de combustible renovables ha generado nuevamente interés en este combustible – lo cual significa que podría estar de vuelta en nuestras turbinas pronto.
Biocombustibles de cáñamo: lo básico
La idea de convertir el cáñamo en combustible podría sonar caprichosa, pero es mucho más realista de lo que se podría pensar.
Un estudio del 2010 conducido por investigadores de la Universidad de Connecticut halló que el aceite en las semillas de cáñamo puede ser procesarse hacia biodiesel a través de un proceso llamado “transesterificación”. La mayoría de semillas de cáñamo contienen entre 30-35% de aceite.
El proceso de transesterificación produce biocombustible al mezclar un ácido graso, un alcohol y un catalizador. Cuando investigadores completaron este proceso con aceite de cáñamo, lo encontraron altamente efectivo – convirtiendo el 97% del aceite de cáñamo en biodiesel.
En una entrevista con UConn Today, el investigador Richard Parnas explica que esto es bastante ingenioso, ya que las semillas de cáñamo a menudo se descartan como un desperdicio de producto.
Otras partes de la planta de cáñamo también pueden procesarse hacia metanol y etanol (o también, “hempanol”). El Hempanol se produce al fermentar y destilar cáñamo hasta que el etanol es extraído vía un proceso llamado “celulólisis”.
El metanol de cáñamo se hace al destilar los tallos de las plantas – lo cual significa que un solo campo de plantas de cáñamo podría servir para biodiesel, hempanol y metanol de cáñamo
¿Por qué cáñamo?
Es cierto que otras plantas pueden ser convertidas en biocombustibles – ¿entonces qué hace al cáñamo tan especial? Se resume en un problema que Parnas describe como: “comida vs combustible.”
Soya, olivas, colza y maníes podrían usarse para hacer biocombustible, pero estas plantas necesitan enormes cantidades de tierra de calidad para crecer. Si hiciéramos biodiesel de ellas, tendríamos que sacrificar cientos de hectáreas de tierra en la que actualmente hay chacras.
En el 2015, una investigación de la University of Gavle mostró también otras ventajas del cáñamo. Primero, una hectárea de este cultivo tiene mayor rendimiento que cualquiera de las plantas mencionadas. Una hectárea de cáñamo puede producir 800 litros de biodiesel anuales.
Segundo, el biodiesel de cáñamo es más limpio que el de soja y colza, así como tiene un contenido de azufre de 0.4 ppm (contra 1.1 ppm en la soja y 2.4 en la colza).
Finalmente, el diésel de cáñamo es más seguro que otros combustibles, en la medida en la que elimina los vapores inflamables a 162° Celsius. Esto significa que el biodiesel de cáñamo cumpliría las normas EN 14214 y ASTM D6751 para biocombustibles. El biodiesel también se puede utilizar en cualquier motor diésel sin modificaciones.
Cultivando cáñamo para hacer biocombustible
Los beneficios ambientales del biocombustible de cáñamo se han esparcido desde carros a campos. El cáñamo es un fitorremediador, lo cual significa que puede usarse para remover toxinas de suelos contaminados. Hasta ahora, este cultivo ha demostrado eliminar pesticidas, aceite crudo, radiación, cadmio y metales del suelo.
Incluso luego de que las toxinas han sido eliminadas, la comida no puede cultivarse en campos con suelo tóxico – pero el cáñamo para biocombustibles – sí puede. En la medida en la que el cáñamo ingesta CO2 más rápido que los árboles, es bastante ecológico.
Conclusión
Los biocombustibles son un emocionante desarrollo del mundo de los renovables, pero vienen de la mano con el cultivo, la ley y los retos de la regulación. La industria de cáñamo australiana está creciendo rápidamente, pero carece de infraestructura para producir enormes cantidades de biocombustible de cáñamo.
Al menos, por ahora.