Estudio sostiene que ciertos extractos de cannabis reducirían las posibilidades de morir por COVID-19
Publicado por Futuro 360:
Por siglos las personas se han auto medicado con cannabis para la migraña y dolores de cabeza en general. Recientemente, se ha descubierto que la cannabis resulta más útil que el ibuprofeno entre quienes sufren de migraña y ayuda a reducir los fármacos a quienes la sufren de forma aguda. Hace falta investigar más para conocer al detalle la relación entre la cannabis y la migraña, pero algunas luces ya han sido arrojadas.
De acuerdo con las últimas cifras oficiales, los fallecidos a causa del COVID-19 ya se elevan por sobre los dos millones de personas. Esta realidad plantea importantes desafíos para los científicos quienes buscan reducir la mortalidad.
Uno de estos estudios está siendo realizado por expertos de la Universidad de Lethbrigde, quienes aseguraron que algunos extractos de cannabis sativa “pueden reducir la capacidad del virus para ingresar a las células humanas”.
El equipo de científicos explicó que esto reduciría la mortalidad, ya que estos extractos evitarían que el sistema inmunológico defectuoso de un paciente se ataque a sí mismo.
“En ciertos pacientes el sistema inmune se acelera y ataca al propio cuerpo (…) Cuando se ataca el tejido pulmonar, puede provocar el síndrome de dificultad respiratoria aguda y la necesidad de usar un ventilador mecánico”, detallaron.
En este experimento, los investigadores canadienses usaron siete cepas de cannabis y las probaron usando un modelo de tejido de piel humana 3D artificial “bien establecido”.
“Tres de las cepas parecen modular la respuesta inmune y funcionan para prevenir la tormenta de citocinas mientras mantienen algunas de las moléculas necesarias para combatir el virus”, señalaron en un comunicado.
Los científicos detallaron que estos extractos deben funcionar a través del sistema endocannabinoide, el cual “regula muchas respuestas en el cuerpo y tiene receptores a los que se unen los cannabinoides”.
La investigación actualmente está siendo revisada por pares, pero una versión preliminar fue publicada en la revista Research Square. El siguiente paso de los investigadores es realizar un ensayo clínico para probar su hallazgo.