El consumo de cannabis medicinal en el deporte
El uso de cualquier tipo de droga en el deporte rompe las leyes del Código Mundial Antidopaje. En este sentido, el cannabis se considera una droga y si algún atleta lo consume, estaría cometiendo una violación de los reglamentos en el mundo del deporte. ¿Pero qué pasa cuando hablamos de cannabis medicinal en el deporte?
Para muchos, el cannabis medicinal provoca efectos negativos en el deportista de forma automática. Sin embargo, varios estudios demuestran que el consumo de cannabis con fines terapéuticos puede ser beneficioso para los atletas.
Las propiedades analgésicas y antiinflamatorias del CBD pueden ayudar al deportista en el proceso de recuperación, favoreciendo la relajación muscular y la reducción del dolor. Esto, además, les permite dormir mejor y recuperarse mejor entre diferentes etapas de actividad y esfuerzo.
Los estudios también han señalado que el cannabis medicinal en el deporte ayuda a reducir el estrés y la tensión mental a la que están sometidos los deportistas en momentos de presión como competiciones o durante la práctica de deportes extremos. Además,
A favor del cannabis medicinal en el deporte
Cliff Robinson es un ex jugador de la NBA que se convirtió en el primero en reconocer los beneficios del cannabis terapéutico en el mundo del deporte. De hecho, cuenta incluso con una empresa de cultivo y venta de cannabis y mantiene su lucha demostrar que cannabis y deporte son compatibles. También Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors, durante una entrevista pidió la legalización del cannabis como un analgésico.
A pesar de los efectos positivos del cannabis medicinal en el deporte, el consumo de cannabis sigue prohibido en el deporte profesional. De hecho, dar positivo en un control de consumo de cannabis puede dar lugar a sanciones a los deportistas. La buena noticia es que la regulación para estar progresando. Hace unos meses, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés), incrementaba en 15 nanogramos (hasta alcanzar los 150 mg) la cantidad de THC permitida por mililitro. El objetivo es que menos deportistas sobrepasen el límite permitido y se queden fuera de las competiciones profesionales.
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