Cómo afrontar el dilema de la cannabis medicinal
El Dr Franjo Grotenhermen, director ejecutivo de la “International Association for Cannabinoid Medicines” (Asociación internacional para medicina cannabinoide), habla de los retos legales en relación a la cannabis medicinal.
Hay un consenso general de que la cannabis debería ser tratada como cualquier otra planta medicinal. De cualquier modo, no está del todo claro qué significa esto, ya que puede variar la interpretación de este estándar con serias repercusiones sobre los pacientes. La cannabis no es una planta medicinal como cualquier otra. Esto causa un dilema que plantea problemas para las cortes que confrontan la auto-medicación ilegal con los legisladores, que quieren balancear los beneficios para pacientes con los posibles daños.
¿Por qué las medicinas cannábicas no son como ninguna otra?
Hay dos grandes motivos por los que cannabis no es una droga medicinal como ninguna otra.
Primero, los productos cannábicos están potenialmente disponibles para todos si es que no están prohibidos como en la mayoría de países. Así, en países donde el uso personal de cannabis está permitido para cualquiera, los pacientes también tienen acceso y pueden tratarse con la planta – aunque sin la orientación de su médico.
Los pacientes con acceso a cannabis medicinal no tienen que esperar a que las compañías farmacéuticas vendan sus moléculas. Si hay una molécula prometedora en la línea de una compañía farmacéutica los pacientes tienen que esperar varios años hasta la autorización para su lanzamiento al mercado. Con la cannabis y su larga historia de uso, sumados al conocimiento que se tiene de sus potenciales efectos colaterales agudos o crónicos, esto es distinto. Esto alza la pregunta: ¿Con qué justificación racional pueden los gobiernos prohibir el acceso a la cannabis aun así se con propósitos medicinales?
Segundo, en contraste con otras moléculas usadas como drogas medicinales, la cannabis y el THC no son sólo efectivos para un limitado número de condiciones médicas, si no que parecen tener un único y extraordinariamente amplio potencial terapéutico. Para investigar el espectro completo de la cannabis y los cannabinoides, deben realizarse largos ensayos clínicos en muchas condiciones médicas distintas – posiblemente de 50 a 100 indicaciones o incluso más- y no sólo en dos o tres indicaciones como en la mayoría de los otros agentes terapéuticos.
Así, una enorme cantidad de tiempo y dinero sería necesaria para evaluar la eficacia de las medicinas basadas en cannabis en todas las indicaciones sugeridas hasta el momento para que se alineen con los principios de la medicina basada en evidencia. Se puede asumir que el extraordinariamente grande potencial terapéutico de los cannabinoides está basado en su actuar sobre el propio sistema endocannabinoide del cuerpo, el sistema endocannabinoide, que está presente en la mayoría de órganos y tejidos. Esto alza la pregunta de si queda aún alguna justificación para forzar a pacientes, que se benefician de la planta, a esperar años y décadas antes de permitirles el acceso legal y, mientras tanto, tratarlos como criminales.
La regulación del uso como con otras medicaciones
¿En qué serían similares en la práctica un tratamiento con cannabis en comparación al que se haría con otras plantas? Usualmente, las plantas medicinales pueden ser cultivadas por cualquiera en su casa para uso privado. Pero las preparaciones con plantas medicinales en farmacias son usualmente estandarizadas, para ello han atravesado ensayos clínicos y sido aprobadas por una agencia de salud gubernamental. Cuando se trata de cannabis, hay básicamente dos opiniones.
Representantes de una opinión argumentan que la cannabis, al igual que otras plantas medicinales, debería poder ser cultivada por cualquier ciudadano en casa, siempre y cuando esto sea sólo para uso personal. La cannabis en farmacias debería ser aprobada y estandarizada. De todos modos, este concepto no toma en cuenta el que la cannabis no sólo es una planta medicinal si no también un narcótico, prohibido por las leyes de drogas en la mayoría de países.
Representantes de la otra opinión argumentan que las medicinas basadas en cannabis pueden ser dadas a pacientes en farmacias solo si han sido previamente aprobadas para la respectiva indicación. Este concepto ignora las arriba mencionadas particularidades y características específicas de la planta de cannabis, principalmente accesibilidad y amplio espectro terapéutico.
El dilema cannábico
En las últimas décadas, las autoridades de salud de la mayoría de países trataron inicialmente a la cannabis y a los recién descubiertos cannabinoides sin tomar en cuenta su larga historia de uso terapéutico. Los preparados cannábicos desarrollados por compañías farmacéuticas debieron seguir estrictos y costosos procesos regulatorios, en la medida en la que se requieren para la moléculas completamente nuevas desarrolladas en laboratorios. Y el acceso era limitado a estas preparaciones. Hoy en día, esta extrema y estricta posición ya no es sostenible. Los tribunales y gobiernos han tratado de manejar la difíficl situación, a la cual le han empezado a llamar “el dilema cannábico”.
En una mano, los pacientes sufriendo de diversas enfermedades, acorde a sus experiencias y la de sus médicos encargados, a menudo dicen beneficiarse enormemente con medicamentos basados en cannabis, entre sus males se incluyen:
1. Dolores crónicos con distintas causas que van desde el dolor neuropático hasta la migraña
2. Enfermedades de inflamación crónica tales como la enfermedad de Crohn o reumatismo
3. Desórdenes psiquiátricos tales como depresión, desorden obsesivo-compulsivo o desorden de estrés postraumático.
4. Desórdenes neurológicos tales como espasticidad en esclerosis múltiple, epilepsia y el síndrome de Tourette
5. Falta de apetito por causas diversas
6. Muchas otras enfermedades como el síndrome del intestino irritable, asma y glaucoma.
En la otra mano, solo tenemos evidencia confiable de la eficacia basada en grandes ensayos clínicos controlados y aleatorizados para algunas de estas indicaciones. Para la mayoría de los posibles usos médicos, la data científica es débil o hasta inexistente.
¿Cómo lidian las cortes con el “dilema cannábico”?
En muchos países jueces se han confrontado con este ilema, por ejemplo en Canadá y Alemania. Ellos argumentaron que los pacientes no deberían tener que elegir entre salud y encarcelamiento y subrayaron el derecho a la integridad física.
En el año 2000 la “Ontario Court of Appeal” llamó a la ley de cannabis canadiense “inconstitucional” porque fallaba en tomar en cuenta las necesidades de canadienses enfermos que usaban la droga como medicina. En la decisión del 31 de julio dijeron que la posesión de marihuana sería legal en Ontario si es que el parlamento no enmendaba la ley en 12 meses. El tribunal se pronunció sobre el caso de un epiléptico en Toronto, que usaba cannabis para tratar sus violentas convulsiones y fue imputado de cargos por cultivación de cannabis.
Los jueces establecieron que la corte estaba convencida de las necesidades del paciente a tratarse con cannabis, y debería tener acceso legal a la droga. Los tres jueces de la corte coincidieron en que la prohibición cannábica lo hizo escoger entre su salud y la prisión.
En el 2005 la “German Federal Administrative Court” tuvo que decidir sobre la solicitud de un enfermo de esclerosis múltiple que le pidió al gobierno una exención de la ley de narcóticos, que le podría permitir usar cannabis para auto-medicarse. En mayo del 2019, la corte dictaminó a favor del paciente escribiendo que “el derecho a la integridad física puede no solo verse violado porque los cuerpos del estado producen un asalto o infringen dolor con sus acciones. El alcance de la protección de este derecho fundamental se ve también afectado si es que el gobierno toma medidas para prevenir que una condición médica sea curada o al menos mitigada, haciendo que el sufrimiento físico se mantenga de manera innecesaria”.
En ambos casos estos fallos finalmente forzaron y motivaron a los gobiernos a cambiar la ley para permitir a pacientes seriamente enfermos acceder a la cannabis y permitirle a los doctores prescribirla.
Cómo los gobiernos lidian con ese dilema
De los gobiernos alrededor del mundo se espera que trabajen por el bienestar de sus ciudadanos, incluyendo el acceso a tratamientos efectivos. ¿Qué significa esto en la práctica en lo que refiere al uso médico de la cannabis y los cannabinoides? Hoy por hoy, vemos el espectro completo de posibles soluciones legales para este dilema en distintos países.
Muchos gobiernos aun cierran sus ojos y sus ciudadanos no tienen acceso a tal tratamiento. En algunos países un número limitado de pacientes podrían tener acceso a medicinas basadas en cannabis con una exención del cuerpo gubernamental. En otros países o estados ka cannabis debe ser prescrita por doctores para ciertas indicaciones, para las que hay al menos algo de evidencia científica. En otros países, las medicinas basadas en cannabis pueden ser usadas sin limitaciones estrictas a ciertas condiciones médicas, pero basadas en su eficacia en casos específicos de enfermedad seria. En la mayoría de países la medicina cannábica está disponible sólo de ser aprobada formalmente para una indicación específica.
Literatura
1. Cannabis: report of the Senate Special Committee on Illegal Drugs. University of Toronto Press, Canada, 2003, page 24
2. Medical Cannabis Declaration. Available online at: https://medical-cannabis-declaration.org/
3. Ruling of the German Federal Administrative Court of 19
Fuente: