Combinar la morfina y el cannabidiol aumenta “enormemente” el efecto analgésico en ratones, según experto
MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Un tratamiento combinado de morfina con cannabidiol aumenta “enormemente” el efecto analgésico de esta sustancia en modelos de ratón con dolor crónico, según explica el doctor Carlos Goicoechea, catedrático de Farmacología en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y secretario de la Sociedad Madrileña del Dolor.
El experto ha participado este martes en la jornada ‘Cannabis medicinal en el control del dolor crónico’, organizada por el Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OECM) para abordar la aplicación terapéutica del cannabis y sus derivados, tomando como referencia el modelo canadiense, donde hace apenas cinco meses se regularizó oficialmente su consumo recreativo.
En los últimos años, un creciente número de países ha legalizado o está en proceso de legalizar la marihuana para uso médico, incluidos Reino Unido, Grecia, Tailandia y algunos estados de EEUU. Canadá y Uruguay han ido más allá y han liberalizado completamente la industria de la marihuana.
En Europa, Alemania, donde la marihuana con usos médicos es legal desde 2017, ha abierto la búsqueda de productores de cannabis medicinal para desarrollar su propia industria y, así, reducir la dependencia de las importaciones de estos productos desde Canadá y Países Bajos, dos de los países más potentes en su desarrollo.
Así, el estigma que rodea al consumo de marihuana con fines médicos se está perdiendo poco a poco. Desde los 90, los defensores han presionado para que se reevalúe el cannabis como un tratamiento viable para una gran cantidad de enfermedades. Entre sus partidarios, el OECM, que ha denunciado en múltiples ocasiones la “vaguería” de las autoridades españolas para regular el uso terapéutico del cannabis pese a la “gran cantidad de evidencia científica sobre sus beneficios”.
La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, ha mostrado igualmente su rechazo en varias ocasiones de regularizar su consumo terapéutico, avisando de que no es algo “mágico”. “Aquí no hay magia, ni cuestiones exotéricas”, aseveró la ministra en una entrevista hace apenas un mes. Sin embargo, nuevamente, los defensores de este uso del cannabis reivindican sus propiedades, principalmente para mejorar la calidad de vida en los pacientes con dolor crónico.
De hecho, según una investigación de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) publicada en la revista ‘Health Affairs’, el dolor crónico es la principal razón que esgrimen los pacientes para tomar cannabis medicinal que ayude a aliviar sus síntomas. “En un paciente oncológico, por ejemplo, se puede ayudar a tratar el dolor con un opiáceo, pero hay que tener en cuenta el balance entre tolerabilidad y eficacia, por sus efectos secundarios”, ha explicado el doctor Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Complutense de Madrid durante la jornada.
SIN EFECTOS SECUNDARIOS GRAVES PERO “NO SIEMPRE EFECTIVO”
En esta misma línea, el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, a través de un informe publicado en diciembre, concluyó que el uso medicinal de estas sustancias no tiene efectos secundarios graves, si bien “no siempre es efectivo”. El trabajo reconoce que la evidencia científica sobre la utilidad y seguridad de los productos que contienen cannabis está evolucionando “rápidamente”, pero que todavía es “bastante limitada y fragmentada”.
Así, por ahora, según este organismo europeo, solo hay pruebas que demuestran que es eficaz en el tratamiento de las náuseas, vómitos y dolor crónico, pero no para otros problemas médicos como, por ejemplo, estimular el apetito en personas con anorexia nerviosa o con cáncer.
“Los cannabinoides son también útiles en pacientes que no toleran algunos fármacos estándar. Sobre todo, mejoran su calidad de vida, a través de incrementar el apetito, su efecto analgésico o reducir el estrés, entre otras. Son efectos pequeños pero que, combinados, pueden enriquecer esa calidad de vida”, ha comentado al respecto Guzmán en su intervención, en la que ha realizado una introducción al cannabis medicinal y sus compuestos derivados.
ESTUDIOS EN RATONES CON DOLOR
Siguiendo con este argumento, el doctor Goicoechea, investigador del dolor en modelos de ratones de laboratorio, ha reconocido que “se necesitan más fármacos contra el dolor”, y ha pedido no limitarse a las pastillas, que “no son la única opción”. De esta forma, ha apostado por abordar el problema del dolor “desde un punto de vista multidisciplinar”.
“Hay muchos grupos de investigadores en el mundo que están investigando el uso de cannabinoides en el dolor animal, aunque todavía no tenemos la molécula clave”, ha señalado el especialista de la Universidad Rey Juan Carlos. Mientras tanto, argumenta que los cannabinoides pueden bloquear en cierta forma la transmisión del dolor, aunque también los estudios en ratones “evidencian que aumenta la catalepsia y caminan menos”.
Según las investigaciones presentadas por Goicoechea durante su presentación en la jornada, ya existen pruebas científicas en ratones que demuestran que combinar el tetrahidrocannabinol (THC) con el cannabidiol (CBD) aumenta los efectos analgésicos en los roedores con dolor. Misma tendencia observa al combinar la morfina con el CBD. “El cannabidiol es el futuro, hacia donde vamos ahora. Reduce el consumo de opioides y multiplica el efecto analgésico en dolores tanto agudos como crónicos”, ha concluido.
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