Agencia de salud federal prohibirá fondos dirigidos a tratar la adicción usando cannabis
Autoridades afirman que no «desean que individuos que reciben fondos para servicios terapéuticos sean expuestos a la marihuana y de alguna manera dar la impresión de que es un tratamiento».
Publicado el 22 de noviembre de 2019
De Thomas Edward
El gobierno federal de los EEUU está preparado para apoyar en el financiamiento de los esfuerzos estatales para combatir la adicción a los opioides, pero la marihuana medicinal no será incluida.
La Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA, por sus siglas en inglés), una agencia al interior del Departamento de Salud y Servicios Humanos, afirmó que restringirá el financiamiento para varios programas de inversión dirigidos a apoyar el tratamiento para la adicción a opioides haciendo uso de cannabis medicinal.
«Sentimos que era hora de dejar en claro que no queremos que individuos que reciben financiamiento para servicios terapéuticos sean expuestos a la marihuana y, de alguna manera, dar la impresión de que es un tratamiento», aseveró la Dra. Elinore McCance-Katz, la secretaria asistente de Mental Health and Substance Use, tal y como la citó Associated Press.
Associated Press informó que autoridades federales sostuvieron llamadas con líderes estatales la semana pasada para detallar las reglas que serán aplicables para tres programas de inversión distintos ofrecidos a los estados, apoyando el tratamiento destinado al abuso de opioides y alcohol. Bajo las restricciones, el dinero de los programas de inversión no puede ser usado para comprar marihuana o para autorizar el tratamiento con cannabis.
Sin embargo, las restricciones no aplican a programas de financiamiento de otras agencias federales destinados a la investigación en torno a la marihuana medicinal, de acuerdo a Associated Press.
Tratando la adicción con cannabis
La decisión es el más reciente recordatorio de la división entre los ámbitos gubernamentales estatal y federal, cuando se trata de políticas públicas relacionadas con la marihuana.
La marihuana medicinal es legal en más de 30 estados, mientras que más de una docena de estados y ciudades también han legalizado a la hierba para su uso recreacional. No obstante, bajo la Ley de Sustancias Controladas (Controlled Substance Act), la marihuana está listada como una droga de lista uno, el mismo estatus legal que la heroína.
McCance-Katz afirmó que hay «cero evidencias» de la viabilidad de la marihuana como un tratamiento médico.
Muchos investigadores discrepan, y en muchos de los estados en los que la cannabis medicinal es legal, el abuso de opioides es una condición que permite calificar para recibir una prescripción médica de cannabis. La decisión de quitar el financiamiento llega en un momento en el que la marihuana es vista cada vez más como una alternativa legítima a los analgésicos opioides recetados médicamente.
Una nueva ley que entró en efecto este año en Colorado permite a los médicos en el Estado recomendar legalmente el cannabis medicinal a pacientes que podrían, de otra manera, recibir opioides prescritos.
La ley abre la puerta a los pacientes para buscar marihuana medicinal para todas las condiciones en las que habrían recibido una receta médica de opioides, lo cual representa una expansión mayor para el tratamiento en el Estado. Previamente, bajo la ley de marihuana medicinal de Colorado, los pacientes podían recibir una prescripción de cannabis para las siguientes condiciones de salud debilitantes que permitían calificar: cáncer, glaucoma, HIV o SIDA, caquexia, espasmos musculares persistentes, convulsiones, cuadros agudos de náusea y cuadros agudos de dolor.
Colorado se volvió el tercer Estado en permitir a los médicos hacer eso, uniéndose a Illinois y New York, las dos con leyes similares.
Texto original: