Cannabis para Parkinson y Alzheimer – una entrevista con el Dr. Ethan Russo
El Dr. Ethan Russo es una autoridad mundialmente reconocida en el uso medicinal de cannabis; historiador académico, autor y líder de la industria cuyo conocimiento enorme acerca de las terapias cannábicas abarca la historia, culturas y la multiplicidad de sus usos para mejorar la salud y bienestar. Neurólogo certificado y ex asesor médico en GW Pharmaceutics, el Dr. Russo es actualmente Director de Investigación y Desarrollo del International Cannabis and Cannabinoids Institute, un consorcio internacional de instituciones académicas y compañías privadas dedicados a la promoción de la investigación en materia de cannabis medicinal.
En esta entrevista, el Dr. Russo comparte una visión informada e introspectiva sobre cómo la medicina derivada de cannabis beneficiará a dos de las enfermedades neurológicas más intratables en adultos mayores: Parkinson (P) y Alzeheimer (A).
Abbie Rosner: si el objetivo de la cannabis medicinal es nuestro sistema endocannabinoide (SE) ¿Cómo se involucra con nuestro sistema en casos de P o A?
Dr. Ethan Russo: el SE regula la mayoría de los sistemas fisiológicos en el cuerpo, pero sobre el sistema nervioso, donde ayuda a alcanzar el balance que permite a las células nerviosas comunicarse. El SE está interrumpido tanto en el A o el P.
Rosner: ¿Qué resultados arroja la investigación con cannabis en Parkinson?
Russo: en un modelo de estudio con ratones de P, el tratamiento con nabiximoles (Sativex), un producto farmacéutico derivado de cannabis aprobado en 30 países, resultó en mejoras de la función neurotransmisora de dopamina y redujo el estrés oxidativo (similar a que se “oxide” el sistema nervioso), así como también llevó a mejoras en la ansiedad y comportamientos auto-lesionantes.
Los resultados clínicos del tratamiento para P con cannabis han sido bastante variados. El cannabidiol (CBD) ayudó a algunos pacientes de P con síntomas sicóticos y con algo de desorden de sueño de movimiento rápido ocular. Estudios de observación con cannabis fumada, probablemente alta en THC, reportó beneficios agudos en temblores, rigidez y movimiento lento (bradykinesia). Los mejores resultados en P fueron reportados en un estudio checo del año 2004, en el cual los pacientes comieron hojas crudas de cannabis en un plazo máximo de tres meses y reportaron mejoras significativas en función general, temblores, bradykinesia y rigidez, con pocos efectos laterales.
Rosner: ¿Qué hay sobre los resultados en A?
Russo: la historia con el A es incluso más intrigante. Tanto el THC como el CBD han demostrado interferir con la producción de materia tóxica anormal en el cerebro de los pacientes. Esto es bastante entusiasmante, si se toma en cuenta que las drogas sintéticas diseñadas para propósitos similares aún no han avanzado en la clínica. Tanto el THC y particularmente el CBD son conocidos como agentes neuroprotectores que tienen potencial para demorar o tal vez incluso detener el proceso degenerativo. En cuanto a los síntomas, el THC tiene un agente único que ha probado ser beneficioso en pacientes con A para reducir la agitación nocturna y mejorar el sueño/apetito. Observaciones de pacientes domiciliarios con demencia han mostrado beneficios similares así como una reducción en la necesidad de intervención y cantidades de otras drogas.
Existen cuatro productos farmacéuticos aprobados por la FDA para tratar la pérdida de memoria en A, pero todos tienen beneficios leves en el tiempo. Están diseñados para incrementar la cantidad de acetilcolina, la molécula molecular en el cerebro que se agota en el A. Sorprendentemente, el terpeno apha-pineno es capaz de potenciar la aceticolina al inhibir su colapso, y con mucho menos síntomas colaterales que las drogas convencionales.
Rosner: oímos mucho sobre THC y CBD pero ¿cuál es el rol de los terpenos?
Russo: los terpenos son compuestos aromáticos de las plantas que son importantes en nuestra exposición diaria a esencias y sabores. Algunos de estos, cuando son combinados con cannabinoides, potencian sus efectos tanto que el resultado es mayor que la suma de las partes. Discutimos más arriba el papel del alpha-pineno para combatir los déficits de la memoria en A y P. Se ha demostrado que el linalool, un componente del aceite esencial de la lavanda así como de la cannabis, calma la agitación producto del A. El terpeno limoneno, común a los cítricos y a la cannabis, es un poderoso antidepresivo y estimulador inmune. El cariofileno, un terpeno con la diferencia de ser también un cannabinoide, es de importancia crucial para el A, en tanto que podría ayudar en la eliminación de residuos de beta-amiloide en el cerebro.
Rosner: hoy por hoy los productos de CBD son bastante populares. Pero ¿cuál es el precio a pagar cuando remueves el THC de la ecuación cannábica?
Russo: un precio alto ha de pagarse si las medicinas derivadas de cannabis carecen de THC. Está clarísimo que el THC tiene un papel enorme tanto en el tratamiento sintomático de la demencia, así como probablemente beneficios preventivos. Los peligros del THC han sido enormemente exagerados por políticos alarmistas y la prensa, irónicamente en los contextos en que las alternativas han sido sumamente decepcionantes y son, de hecho, mucho más problemáticas. Dosis muy pequeñas de THC son requeridas y sus beneficios superan cualquier riesgo que pueda tener.
Rosner: tú también promueves una dieta y otras aproximaciones complementarias a la cannabis.
Russo: estudios epidemiológicos fascinantes han vinculado a la dieta con enfermedades degenerativas, especialmente en el A. La diabetes y obesidad, que son rampantes en los EEUU, así como las grasas trans, incrementan el riesgo de padecer de A. En contraste, las tasas son menores en las zonas que siguen una dieta mediterránea rica en aceite de oliva mono-saturado y grasas de omega-3 provenientes del pescado. También sabemos que los desafíos cognitivos cotidianos al llegar a la vejez brindan protección, así como el ejercicio físico vigoroso.
Un factor subvalorado en las enfermedades degenerativas es el microbioma, contenido de la flora intestinal. Sabemos que el THC, en lugar de guiarnos hacia la obesidad como uno podría asumir, cambia el balance del microbioma en el intestino a favor de que la bacteria evite el desarrollo de obesidad y del síndrome metabólico.
Se pueden obtener grandes beneficios en pacientes de A y P mediante el uso de pro-bióticos (yogurt natural y orgánico, kéfir, vegetales fermentados, y suplementos en cápsulas) y pre-bióticos (materia vegetal como la fibra de acacia, olmo resbaladizo, raíz de bardana y suplementos en cápsulas) que proveen una materia prima óptima para la flora intestinal beneficiosa.
Rosner: Desde donde estamos hoy ¿cuál es el mejor enfoque para prevenir y tratar A o P?
Russo: los mejores enfoques para abordar el A y el P están más allá de lo que las ofertas de pharmacopoeia convencional ofrecen: actividad aeróbica, ejercicio mental diario, dietas mediterráneas con el uso de frutasy bayas anti-inflamatorias, probióticos y prebióticos. En cuanto cannabis, el THC, THCA, CBD, beta-pineno, cariofileno, linalool y limoneno tendrían contribuciones importantes para el tratamiento de estos desórdenes.
Rosner: ¿Dónde ves la luz del horizonte?
Russo: mientras que los experimentos actuales de los laboratorios han sido extremadamente importantes para establecer medicinas derivadas de cannabis para tratar A y P, definitivamente es tiempo de direccionar el esfuerzo hacia el escenario clínico. Está claro que estás condiciones están incrementando en nuestra población anciana y que los enfoques convencionales hasta la fecha han sido menos que satisfactorios. El uso de preparados cannábicos con la mezcla correcta de cannabinoides y terpenos prometen producir mejores resultados. Mientras que pueden ser simplemente paliativos para reducir la cantidad de drogas y pesadumbre de los cuidados, también existe la posibilidad de hacer una diferencia real en acelerar o anular los procesos patológicos en estos dos desórdenes.
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